Nuestro grupo está formado por cuatro bellas damas atenienses: Laura Canalejo Alonso, Cristina Arráez Marcos, Isabel Lanzat Galdón y Begoña Gil Rodríguez.
Hemos decidido escoger el mito de Dédalo e Ícaro, porque creemos que es una historia interesante, con la que podemos aprender una buena moraleja.
Los griegos han expresado con esta historia el tabú de la inteligencia y el poder. Demasiado poder hace daño y la historia nos lo ha demostrado. El poder absoluto corrompe y carcome la esencia del ser humano. Debe existir un límite más allá del cual de la razón humana debe ponderar cuánto poder somos capaces de manejar. Donde sea una ventaja y no un obstáculo. Y no solo el mito de Dédalo e Ícaro nos enseña esto. En nuestra cultura, la pretensión humana de querer el poder sin limitaciones se expresa de muchas formas. Al mismo tiempo, son muchas las historias y relatos novelados que nos enseñan la moraleja de no jugar con el poder.
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